lunes, 28 de octubre de 2013

Cuando SER Viajeros se trasladó en el Tiempo...

Encontrar en el camino compañeros "de viaje" con los que poder conversar y compartir experiencias propias y ajenas, mientras se disfruta del paisaje, hace de tu caminar un agradable paseo. Pero si esos compañeros "de viaje" son José Vicente Dorado e Inma Pardo, tu paseo se transforma en lo que tú quieras: en una divertida aventura, en una excursión refrescante, en un acto solemne o en una degustación gastronómica que invita a recorrer miles de rincones de nuestra comunidad.




De la mano de estos dos grandes periodistas que dirigen el programa "SER Viajeros en la Comunidad Valenciana" de la cadena SER, Vía Heraclia volvió a convertirse en protagonista de la historia.



Resulta enriquecedor cruzarte con viajeros que quieran acompañarte y trasladarse contigo en el tiempo para revivir, conocer y recuperar lo que un día fuimos y por lo que hoy somos; nuestro pasado. 



 Gracias por ofrecernos la mano para avanzar en nuestro camino.


         Mil gracias por caminar con nosotros por nuestra Vía Heraclia.
        
Podéis disfrutar del programa en este enlace...Vía Heraclia os espera en el minuto 24...


domingo, 27 de octubre de 2013

Gabriel Castelló: Cuando el Rigor Histórico se transforma en Novela...

Si a las "Décadas de Tito Livio", donde aparece la primera mención de la fundación de la ciudad de Valentia por el año 138 a.C., le añadimos la visión cronológica y veraz de Plutarco que narra los avatares de grandes personajes de la historia, estaríamos hablando de un buen libro de divulgación histórica. Pero Gabriel Castelló, tan aficionado a ponerse el delantal y elaborarse su propio garum* para degustar la comida como lo haría un auténtico romano de la época, es capaz de aderezar con personajes anónimos que sudaron y sangraron en la creación de un imperio, que entrecruzan sus vidas en aventuras y pasiones tórridas con personajes marcados por sus gestas en la historia. El resultado final es un delicioso plato que se presenta al comensal transformado en una novela apasionante donde el ingrediente principal es sin duda el rigor histórico, y la creatividad e imaginación de Gabriel  le aporta color, aromas y texturas...

Gabriel Castello, autor de novela histórica ambientada en la antigua Roma

Como si de un renombrado coquus* se tratara ( y si quieres probar sus platos desde tu triclinium dirige tus pasos hacia su blog ) Gabriel Castelló ha creado dos "platos degustación"  que te harán viajar 2.000 años atrás  para saborear y entender cómo era la vida en tiempos tan convulsos como en la cruenta Guerra Civil que sacudió a la vieja República ( temática principal de su obra Valentia ) o la lucha de un tal Cayo Julio Cesar que irrumpe en Hispania con la humilde decisión de cambiar Roma y el mundo ( en su segunda obra Devotio).

DEVOTIO, Los enemigos de César ya en papel

 Ambas novelas, Valentia, las memorias de Cayo Antonio Naso y Devotio, los enemigos de César  poseen un hilo conductor que humaniza la obra histórica y que no aparece en las crónicas; Cayo Antonio Naso personaje principal que nos mostrará el nacimiento y la destrucción de lo que comenzó siendo una colonia de soldados romanos, la ciudad de Valentia, y que narrará sus encuentros y lealtades con un mundo convulso que descubrirá a través de su mirada en diferentes etapas de su vida. Este personaje, y a los hombres de la familia Antonia, como a  Lucio Antonio Naso, el protagonista Hispano en Devotio y El Hijo de Neptuno, que se irán sucediendo a lo largo de los años que narra la trilogía ( y he dicho bien, trilogía), Gabriel los envuelve en intrigas, en la ambición, en el erotismo, en pasiones desaforadas, en el odio y la ira propias de la lucha de poder y nos recrea una Roma y una Hispania que vivirás en primera persona...que conmueve. Porque, en palabras de su buen amigo Santiago Posteguillo, Gabriel Castelló "no escribe sobre Roma, él está dentro".



A partir del 9 de Octubre del 2013 en todas las librerías de España

El autor define su obra Valentia como "un libro protesta" con el que desea poner en valor una tierra privilegiada que ya en tiempos de Sila y Pompeyo el Grande, fue asentamiento destacado por tratarse de un punto intermedio entre Tarraco y Cartago Nova ubicado en tierras vírgenes. De todo aquello hace ya más de 2.000 años y la Valencia de hoy en día, que ha nacido y muerto en varias ocasiones, resurge de sus cenizas alimentada por el espíritu de todos aquellas almas que fenecieron, almas conocidas y muchas más anónimas que construyeron una Valencia grande.

Para los idus de marzo* Lucio Antonio Naso, en la nueva novela El hijo de Neptuno que Gabriel acaba de terminar "entre sus fogones", volverá a mostrarnos una Roma que late bajo las pasiones de Marco Antonio y Cleopatra, con un casi desconocido Octavio Augusto que luchará entre traiciones para conseguir la tan necesaria Pax Romana. Con este libro Gabriel cierra su trilogía y permite que Quinto Sertorio, que Pompeyo el Grande, que Cayo Julio César, Marco Antonio y Cleopatra, Espartaco y Viriato regresen a su letargo, recuperen fuerzas para, quizá, volver a la marmita de este meticuloso coquus  y elaborar otro maravilloso plato con el que poder deleitarnos de nuevo. Porque una vez que se degusta algo como Valentia o Devotio, el paladar se impone y nos exige recordar, con los sentidos, aquello que nos dejó tan buen sabor de boca....

Vocabulario
garum*: Salsa elaborada con tripas de pescados en maceración que ya usaran los griegos.
coquus*: del latín cocinero
idus de marzo*: en el calendario romano correspondía al 15 de marzo

Con este artículo transcrito de una entrevista que Gabriel Castelló nos concedió el 22 de octubre, queremos  inaugurar una nueva sección en Vía Heraclia: El Rincón del Lector. Aquí podrás encontrar autores y novelas históricas, ensayos y libros de divulgación arqueológica e histórica e interesantes entrevistas e información sobre todo aquel autor, conocido o desconocido, que quiera dar a conocer su obra desde nuestra pequeña ventana.

viernes, 11 de octubre de 2013

Vive el nacimiento del Imperio Romano

Bajo el cielo de Roma, las piedras, la tierra, el aire, palpitan con un ritmo pausado, lento.  Permanecen latentes mil y una leyendas...mil y una historias...
 Entender el nacer de una ciudad, el origen de lo que son hoy en día, pasa, indudablemente, por entender su pasado, por conocer las grandes gestas y momentos importantes que se fraguaron a los pies de una de las civilizaciones más importantes y significativas de toda la historia. Unir y crear una ciudad y dirigir un imperio de tal  magnitud implica unas manos y un conocimiento del propio ser humano dignos de un gran personaje. Digno de un gran emperador. Octavio Augusto. Un joven enfermizo de la burguesía rural adornado por la leyenda y tocado por la magia y el destino de su tío abuelo Julio César. De la mano de Marco Antonio, como su general, luchó y no sólo recuperó el poder en Europa, sino que lo extendió y lo hizo mucho más fuerte.
    
Numerosos escritos encontrados relatan las batallas por el poder que mantuvieron en su lucha por Egipto Augusto y Marco Antonio, junto con su esposa Cleopatra. Tras conseguir Egipto, Augusto recuperó para Roma la estabilidad, el bienestar económico y una asombrosa vitalidad cultural. Instauró la Pax Romana. 

Entre las muchas aportaciones a la historia de este primer emperador romano, se encuentra la Vía Augusta. El fue quién impulsó la construcción de la que ha sido la gran calzada que unió las tierras conquistadas por el imperio romano y que  siglos después sigue siendo la vía de comunicación que une España con  Europa.



Augusto en sus memorias "Res Gestae" escribe: 

"Construí la Curia y su vestíbulo anejo, el templo de Apolo en el Palatino y sus pórticos, el templo del Divino Julio, el Lupercal, el Pórtico junto al Circo Flaminio - al que di el nombre de Octavia, quien había construido anterior-mente otro en el mismo lugar -, el palco imperial del Circo Máximo; los templos de Júpiter Feretrio y de Júpiter Tonante, en el Capitolio; el de Quirino, los de Minerva, Juno Reina y Júpiter Libertador, en el Aventino; el templo a los Lares en la cima de la Vía Sagrada, el de los Dioses Penates en la Velia y los de la Juventud y la Gran Madre, en el Palatino. 

Restauré, con extraordinario gasto, el Capitolio y el Teatro de Pompeyo, sin añadir ninguna inscripción que llevase mi nombre. Reparé los acueductos que, por su vejez, se encontraban arruinados en muchos sitios. Dupliqué la capacidad del acueducto Marcio, aduciéndole una nueva fuente. Concluí el Foro Julio y la Basílica situada entre los templos de Cástor y de Saturno, obras ambas iniciadas y llevadas casi a término por mi Padre. Destruida la Basílica por un incendio, acrecí su solar e hice que se emprendiese su reconstrucción en nombre de mis hijos [adoptivos], prescribiendo a mis herederos que la concluyesen en caso de no poder hacerlo yo mismo [14 aC]. En mi quinto consulado [29 aC], bajo la autoridad del Senado, reparé en Roma ochenta y dos templos, sin dejar en el descuido a ninguno que por entonces lo necesitara. Durante el séptimo [27 aC], rehice la Vía Flaminia, entre Roma y Ariminio, y todos los puentes, salvo el Milvio y el Minucio." 



Aprovechar una escapada de fin de semana, es, sin duda, la excusa perfecta para perderse en Roma. Comprenderla y vivirla. Entenderla y disfrutarla. Hay muchas e interesantes ofertas que te permitirán vivir la historia en primera persona. Que no te la cuente nadie.

Siéntete de nuevo, protagonista de la historia.



lunes, 7 de octubre de 2013

¡Anerai visitantes extranjeros de Kelin!

¡Anerai! nos recibían los "habitantes"de la ciudad ibera de Kelin en la fresca mañana de Caudete de las Fuentes. La ciudad comenzaba a despertar. 
















        Belestar, Bisuní y Atia comenzaban sus quehaceres domésticos dentro de su vivienda. Cardar la lana con cardos para estirar las fibras después de haberlas lavado no resulta tarea fácil. Lo que resulta más que evidente, es  la habilidad que estas mujeres poseen para colorear los tejidos que después usarán para tejer sus ropas en  los telares verticales que ya esperan resignados. Hiedra para el color verde, caléndula para los amarillos y raíz de rubia para el rojo. Para los colores claros, la corteza de granada y un control preciso para cocer los tejidos y fijarlos que sólo lo da la experiencia.



 











   
  Las calles de Kelin se van abriendo al paso de los nuevos visitantes que ávidos de conocimientos caminan por la seca loma de "Los Villares" atrapados en el espacio-tiempo.








Se asoma a medio camino un lagar portátil donde la bobal, uva autóctona de la comarca, muere a los pies de lo que durante siglos, sigue siendo tradición de las gentes que elaboran el vino, como nuestros antepasados iberos  hacían. Hay tradiciones que no permita el tiempo que cambien jamás. Vinos especiados, con miel e incluso con queso rallado eran elaborados y ofrecidos por estos pueblos en reuniones y fiestas importantes donde, agasajaban a sus invitados con vino de producción propia y con el sello característico de cada artesano.








   Kelin, guardiana de los caminos que unían la meseta manchega con el litoral levantino, era rica en tierras de labranza que aun, hoy en día, siguen perdurando en el tiempo. Olivos, cultivos de cereales con los que elaboraban su panes de trigo, de centeno, de avena. Legumbres que ya en aquella época alimentaban a estos pobladores en sus duros inviernos, como lentejas y garbanzos.






  
   Llenas estaban sus despensas de frutos secos como la almendra, las avellanas, los higos y las nueces de los robustos nogales que participaban del paisaje.
 




   Sin duda, todo un muestrario de los alimentos que han escrito nuestra historia desde tiempos tan remotos y que siguen siendo protagonistas de nuestra gastronomía más actual y autóctona.




     Al recorrer Kelin, ya al lado de la casa más importante de la ciudad, la sanadora se ocupó con urgencia de una pequeña visitante, de nombre Claudia, a la que una avispa quiso convertir en protagonista por unos minutos. Bajo la atenta mirada de la sanadora y con sus conocimientos sobre plantas medicinales, alivió a la pequeña niña utilizando barro y un ungüento a base de amapola para aliviar el dolor. 

                                                                      


A todos ellos gracias, mil gracias por haber sido grandes anfitriones de la historia en la IX Jornada de puertas abiertas de la ciudad ibera de Kelin.

 Sin duda mereció la pena el viaje en el tiempo. 

Sin duda volvimos a ser protagonistas de la historia.






jueves, 3 de octubre de 2013

Kelin se asoma tras 2.700 años de fértil vida

Del agua mana la vida, y a su paso por vides y tierras fértiles, nos concede el don del vino, como un exvoto* que nos ofrece la tierra, el agua y la vid. Una ofrenda que en la ciudad ibera de Kelin* ya se compartía desde el siglo VII a.C. y desde donde se aferró a la tierra su gran tradición vitivinícola con raíces tan profundas como las cepas de bobal que manan y manan dando vida a estas tierras regadas por el río Madre.




Ciudad que fuera de tránsito y paso obligado desde su primer asentamiento por las colonias fenicias, quienes aprovecharon la buena ubicación de la loma de "Los Villares" para resplandecer ya en el siglo VII a. C. como la ciudad íbera de Kelin, era ciudad de enlace entre las importantes Edeta*, Arse* y Saetebis* que controlaban la zona costera de levante y recibían el comercio de griegos y fenicios, con los pequeños poblados de la comarca de la hoy conocida Utiel-Requena. Tal fue su importancia en el comercio, que se llegó a acuñar moneda propia (CECA ibérica de Kelin) entre los siglos II y I a.C. La difusión de estas monedas llegó a ser tal, que algunos de los ejemplares acuñados en Caudete de las Fuentes, se encuentran hoy expuestos en los principales museos internacionales, destacando la vasta colección de monedas de Kelin que se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.


Desde sus tierras, más propias de la meseta manchega que del húmedo levante, Kelin nos abre sus puertas de nuevo. Nos invita a asomarnos, en su IX Jornadas de puertas abiertas, y conocer el uso que el pueblo íbero hacía, en sus trabajos y costumbres más cotidianos, de diversas plantas que utilizaban para colorear sus vinos, como la granada, o el uso de la hoja de nogal para teñir de marrón los tejidos que las mujeres, en su obligación doméstica, utilizaban en sus telares verticales. Los “nuevos” habitantes de la ciudad íbera de Kelin, recrearán estos y otros usos que el pueblo íbero llevaba a cabo  para elaborar sus perfumes, sus medicinas o sus productos de belleza con la utilización de plantas como la amapola, la manzanilla o la adormidera.

Foto representación visita teatralizada en Kelin. El País

El próximo domingo 6 de octubre, entra de nuevo en Kelin. Déjate llevar de la mano de quienes mejor enseñan la historia, los propios arqueólogos y estudiantes que intervienen en los trabajos del yacimiento y que te harán verlo y vivirlo de manera que puedas sentirte, de nuevo, protagonista de la historia. 

Vía Heraclia estará allí, caminando como siempre por la historia.

Piezas representativas íberas del Museo de Arqueología de Caudete de las Fuentes


Kelin* La actual Caudete de las Fuentes
exvoto*: Ofrenda que se hacía a los dioses.
Edeta*: La actual Lliria
Arse*: La actual Sagunto
Saetebis*: La actual Xàtiva