domingo, 8 de septiembre de 2013

Ciudad Ibera El Tos Pelat: Los Primeros pasos Iberos en la Historia

Sobrevolando el oppidum* del Tos Pelat, las sombras del halcón peregrino, del ratonero y del águila perdicera se transforman en personajes y testigos privilegiados de la silenciosa vida actual del único yacimiento  para el estudio de la cultura íbera en su fase más antigua. Esta ciudad íbera, desde su enclave excepcional, fue protagonista principal de las actividades comerciales de griegos y fenicios que fondeaban en el Golfo de Valencia en sus rutas marítimas, así como de la vida que transitaba por la Vía Heraclea, que unía otras ciudades íberas de gran relevancia como Edeta* y Arse* que coincidieron en vida del VI al IV a.c.


Seguramente, los antepasados de esas mismas aves y sus sombras, fueron compañeros de la tranquila vida de estos pueblos, fundamentalmente agrícolas y ganaderos, que se unificaban en pequeñas manzanas y barrios donde las familias vivían agrupadas en grandes casas y donde compartían sus labores domésticas, tales  como moler el cereal para la obtención de harinas o confeccionar tejidos de lana y lino en sus telares verticales, o simplemente convivir en sus funciones más cotidianas. En las calles de esta ciudad convivían las diferentes clases sociales que daban vida y funcionalidad a estas casas. Una de esas casas, posiblemente perteneciente a una familia importante de la época, es otra de las grandes protagonistas de nuestro yacimiento. Observando sus paredes, puedes apreciar la particular forma de construcción que poseían los íberos. Estos construían sus casas sobre muros de piedra en forma de zócalos sobre los que colocaban bloques de adobe que después enfoscaban de barro y pintaban de yeso o de color rojo y azul.

Patio interior de una vivienda íbera con el único desagüe conocido

Hoy en día puedes convertirte en protagonista de todas esas escenas de la vida de aquellos que una vez lo fueron de la historia, de la mano de quien mejor conoce cada uno de los rincones que te susurran voces de otro tiempo en esta ciudad íbera, Josep María Burriel, arqueólogo y director del Museo Arqueológico Municipal de Moncada. Del esfuerzo personal y de la inagotable fuente de ilusión por su trabajo, junto con la puesta en valor de las instituciones que colaboran, Josep te trasladará, como si de una máquina del tiempo se tratara, al siglo VI a.c. y te llevará de la mano por las casas que, tras 9 campañas de trabajos arqueológicos llevados a cabo desde 2002, te esperan con sus estancias llenas del calor de los hogares donde cocinaban y se calentaban en los fríos inviernos, o te invitará a que seas tú mismo quien deduzca a qué función específica estaba destinada cada una de las estancias de las 3 casas distintas que componen, junto con la doble muralla y las torres adosadas a éstas, uno de los yacimientos mejor conservados de nuestra Ruta Ibérica Valenciana.


Siente el paso de la historia en sus piedras, mira el Montgó y el mar en el horizonte como aquellos pobladores lo veían, con la misma intensidad en sus ojos...con una mirada infinita...


Vocabulario:
oppidum: denominación latina de las ciudades íberas amuralladas.
Edeta: la actual Lliria.
Arse: la actual Sagunto

Información y reserva para las visitas guiadas con Vía Heraclia

                                         evamartinez@viaheraclia.com


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