viernes, 20 de diciembre de 2013

Xàtiva: La gran Dama que renace...






   La elegancia se nace, no se hace. Los acontecimientos que se van sucediendo a lo largo de tu vida, moldean, en cierta manera, tu carácter. Pero los rasgos de tu personalidad afloran sin pedir permiso y uno no puede esconder, por mucho tiempo, su verdadera personalidad. Los días pasan y los tiempos son otros. Pero la vida, la lucha,  la entrega y la constancia siguen tomando partido en la arrolladora personalidad de esta gran Dama a la que, por educación, no le preguntaremos la edad. 


Xàtiva ha sido amante furtiva, abanderada en su lucha, cuna de personalidades que escribieron capítulos importantes y turbulentos de la historia, ha bebido de tantas copas que parece que, de entre todas ellas, bebiera el elixir de la eterna juventud. 


La que ya fuera Dama en la prehistoria sorprende con su “Cova Negra” , yacimiento del Paleolítico Medio situada en un maravilloso Paraje Natural y que representa uno de los asentamientos arqueológicos más importantes de toda la península. No deja de asombrar, incluso a los expertos, al encontrar entre sus restos, antiguos pobladores que les permiten estudiar los vestigios donde una vez hubo vida.  Parece mantenerse “vivo” aun en nuestros días…

Cuando respondía al nombre de Sait, era Dama íbera tan importante en  Contestania, que acuñaba moneda propia entre los siglos IV y II a.C. No era de extrañar que los romanos, estrategas del mapa, viendo su buena ubicación al lado de la Vía Heraclea, que después transformará el emperador Octavio Augusto en su Vía Augusta, la erigieran municipio de derecho latino bautizándola, de nuevo, con un nombre de más abolengo: Saetabis Augusta. Caminantes y comerciantes transitaban por sus calzadas en sus idas y venidas de Cádiz a Roma, siendo parada obligatoria para quienes deseaban adquirir el tejido de lino que hizo de Xàtiva, en época íbera, una industria reconocida y apreciada.


Fue Dama visigótica aportando, incluso, desde su obispado, las firmas de dos importantes obispos setabenses en los Concilios de Toledo, en el siglo VI d.C., como reflejan sus actas. De igual manera, se vistió de musulmana constituyéndose en capital de Kora y en su Muela, como un elegante dominador y sobre los restos íberos y romanos que antaño coronaban la ciudad, descansa enigmático el Castillo de Xàtiva, de origen árabe donde se abrazan muros y torreones de estilo islámico y gótico, igual que dos amantes, desafiando al mundo y viviendo cada segundo como si no hubiera un mañana. 


Cada una de las culturas que vistió a esta gran Dama, la dotó de una marcada personalidad que embrujó a grandes personajes de la historia que la visitaron como un enamorado ronda la ventana de su amada. Por su Puerta de Aníbal,  el osado general cartaginés y el general romano Escipión, cruzaron por la historia durante la segunda Guerra Púnica entre el 218 y 209 a.C.  


De su fuerte carácter, decidido e independiente, provienen los grandes momentos históricos que la gran Dama, ya bautizada como Xàtiva, protagonizara con detalles de nombre propio que podemos recuperar al pasear por sus calles y visitar su rico patrimonio, ya que esta atrevida Dama no podía permanecer indiferente a los conflictos que se desataron  entre la Casa de Austria y  la Casa Borbón por la Corona de España. Sabido es que ella tomó partido por  el joven pretendiente de la Casa de Austria, el Archiduque Carlos y aquello desairó al ofendido pero victorioso  Felipe V que, una vez  se supo en el trono, como un amante despechado, arrasó, quemó e incluso acabó con la identidad de la dama cambiándole el nombre por el de Colonia Nueva de San Felipe, para que jamás olvidara ella y sus habitantes tan  grave ofensa.  

La gran Dama, como en tantas otras ocasiones, volvió a renacer, aun más bella y majestuosa que antes. Su rebeldía y desaprobación  se mantiene latente en el Museo de Bellas Artes de Xàtiva donde el retrato de tan ilustre monarca permanece colgado boca abajo sin que nadie parezca querer remediarlo. A veces, el orgullo femenino ofrece ciertas pinceladas que aportan color y pequeños matices a la historia

Sin duda, todas estas pequeñas pero trascendentales pinceladas han concedido a Xàtiva, no solo un merecido lugar en la historia, sino ser conocida por haber sido cuna de grandes personajes que se cruzaron tan cerca de la Vía Heraclea. Dos conocidos Papas, cuyo apellido Borgia se escribirá entre realidad y leyenda, fueron los encargados de llevar el nombre de la Dama hasta los confines del poder eclesiástico. Xàtiva, si se lo pides, te puede contar, en primera persona y al oído, los secretos del pontificado de Calixto III y Alejandro VI y que fueron testigos del máximo esplendor que la ya nombrada ciudad vivió durante los siglos XV y XVI. Protagonistas, sin duda, de ese esplendor son la majestuosa Colegiata, regia e imponente que parece controlar, desde el centro, el paso de los siglos. O los conventos, ermitas e iglesias por las que se le concedió el título de Conjunto Histórico Artístico ya en 1982 y que adornan elegantemente a la dama con bellos monumentos declarados igualmente como Bienes de Interés Cultural.



Miles de rincones mantienen esa fuerza y esa vida que la gran Dama ha portado como su emblema, como un sello marcado a fuego que la convierte en única. No se parece a ninguna otra Dama. Ella ha vivido y ha escrito su propia historia.

Si te acercas, te cautiva. Si la escuchas, te seduce con el suave susurro de su voz. Si la tocas, estás perdido. Jamás podrás olvidarla. La rondarás sin poder evitarlo.








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