miércoles, 21 de mayo de 2014

Llíria. Ecos de la Historia al compás de la Música

Cuando la historia marca nuestro camino, el recorrido simplemente estremece.
Cuando lo oculto se muestra...sorprende.
Cuando lo inesperado cobra vida, la vida misma se conmueve descubriendo otras vidas que emocionan.

Baños árabes

Si Llíria en la actualidad es cuna de la música, no es sólo desde que el padre Antoni, fraile franciscano que allá por el 1819 fundara un pequeño grupo de música de viento que imitara las fanfarrias militares francesas de la Guerra de la Independencia, dando lugar a la más antigua banda musical, la conocida Música Vella o Primitiva.  Fue muchos siglos atrás. Ya en el Tossal de Sant Miquel, poblado ibero de la ciudad de Edeta, se han encontrado huellas de su afición musical en vasijas y otros restos hoy expuestos en el MALL (Museo Arqueológico de Llíria).

Los ecos de  las culturas más importantes y representativas de nuestra historia han dejado escritas en pentagramas naturales como la piedra, el barro o la madera, su propia Sinfonía de Culturas. Partituras y partituras que no se oyen, que no se ven, pero que permanecen en la piedra, en la tierra, en el agua.

La gran ciudad ibera de Edeta, que dio nombre a la gran extensión del pueblo ibero de los Edetanos, permanece llena de vida rodeada de tesoros, unos a la vista y otros muchos escondidos. Dueña y señora de un gran Patrimonio Cultural que custodia a la sombra de la ciudad de Valencia, Llíria te regala la historia. Y en ese alarde de generosidad, te la regala como una amante, como una amiga...como alguien que no espera nada a cambio pero que quiere estremecerte con su acto.

La Llíria Edetana te descubre cómo, dónde y de qué manera estos pequeños pobladores llegaron a ser nuestro capítulo más personal antes de que los romanos lo invadieran todo eliminando cualquier resquicio de personalidad imponiéndose con su fuerza. Esas notas propias de vida íbera se muestran en dos de sus yacimientos que, además están integrados dentro de la Ruta IbéricaValenciana, el Tossal de Sant Miquel y el Castellet de Bernabé.

 Poblado ibero Tossal de Sant Miquel
El Tossal de Sant Miquel es lo que permanece latente de la que fuera una de las ciudades más importantes de nuestro pasado ibero; la grandiosa Edeta (S.VI-II a.C.). Sus muros parecen aferrarse a la tierra en una zona casi impensable para poder construirse. En un enclave natural privilegiado sólo espera, tranquila, sin prisas...emocionada. 




Mausoleos romanos
 Llíria es inspiración.  Su posición estratégica, le hizo desempeñar un papel importante en las guerras civiles romanas. Ya en época romana, y por permanecer fiel a la facción republicana, fue destruida por las tropas de Sertorio en el año 76 a. C., razón por la cual sus habitantes se trasladaron al llano y edificaron una nueva ciudad con rasgos plenamente romanos. De aquella vida de la nueva Lauro romana te sorprenden los restos de los Mausoleos romanos, el santuario Oracular de Mura, compuesto antiguamente por un templo y las enormes Termas que abastecían a una ciudad que pudo sobrevivir hasta la fundación de la ciudad de Valentia.


Artesonado del techo de la Iglesia de la Sangre
 Con sangre cristiana y árabe, la nueva Lyria musulmana fue amurallada, como otras grandes ciudades de importancia en su periodo de esplendor medieval. En la Medina, mezquita, zoco y baños participaban de una vida que hoy puedes sentir en primera persona. En la iglesia de la Sangre te estremecerán los dibujos y tallados que visten sus techos. Manos ágiles y dotadas de un arte ancestral para trabajar la madera hicieron posible una iglesia diferente y única, especial y mágica.



Quedan muchas cosas por descubrir...
Te invito a descubrirla.

                                                                Llíria, ¿te atreves a descubrirme?

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